sábado, 25 de abril de 2009

No entiendo nada




La primera vez que lo vi jugaba con las hijas de Ofelia en la sala de juegos que habíamos montado para las largas esperas en los encuentros pactados.

Las hijas de Ofelia habían sido entregadas por su padre a la hora acordada, el domingo a las siete de la tarde, pero su madre, que nos odiaba, a nosotras y al resto de la humanidad, vendría, como tenía por costumbre desde que la denunciamos por amenazar a su marido con inventarse una paliza y cumplir su promesa, a recogerlas a las once, para castigarnos y reírse en nuestras narices de su poderío sobre la custodia de sus hijas.

Las niñas eran dos seres de una blancura que rozaba la invisibilidad. Rubias, de pelo ensortijado, parecían haber sido abducidas de una peli de Shirley Temple, sin despeinarles ni un tirabuzón, para embutirlas en el chandal de la Barbie megafashion. Se llevaban un año, pero eran como dos gotas de agua, como si una se hubiese rezagado en el útero pero fuesen gemelas monocigóticas. Hasta pisaban el suelo del mismo modo, con la punta de los pies, deslizándose con la gracia de las bailarinas clásicas. De verdad que eran tan idénticas que sólo por los centímetros de altura éramos capaces de diferenciarlas. Eva, cinco años, Elenita, tres.
- Casi cuatro - increpaba ella a quien osase cuestionar su edad.

Esa tarde Javi jugaba y se movía entre las niñas como si fuesen delicadas muñecas de porcelana.
Dos cosas nos llamaron muchísimo la atención: el cómo se anteponía a todos sus deseos y que las llamase por su nombre sin equivocarse.

Si se acercaban a mirar el cuento que él miraba inmediatamente se lo cedía.
-Toma, Elenita, cógelo tú. A mí no me importa.
Si la otra intentaba sentarse en la misma silla que su hermana, él le ofrecía la suya y cogía a la niña en brazos para sentarla.
- Eva, ven que te dejo mi silla.

Llegamos a ver a Javi limpiar con sus cleneex el catarro en la nariz de Eva con tal delicadeza que nos conmovió a todas.
Una compañera exclamó: ¡qué cuidadoso es este niño, qué bien enseñado está!

Estábamos preparando la cena, como si con ello puediésemos conjurar el momento en que inevitablemente habían de romperse las niñas, cuando entro la mamá de Javi a recogerlo.
- Hola cariño - dijo antes de saludar a nadie más. ¿cómo estás mi amor? ¡Hola, hola! -Nos dijo a nosotras para rápidamente seguir hablando con su niño - ¿Lo has pasado bien?

Y de pronto el niño más dulce y sonriente se llenó de sombra. Fue como un eclipse, como una nube negra en un día de radiante verano, como ese momento previo a la tormenta cuando incluso puede respirarse la electricidad. El niño rompió a llorar y entre sollozos le oímos decir:
- Mamá, no me hagas volver más, ahora le pega a su novia.

Se intentó todo para que no tuviese que volver nunca con el salvaje de su padre y… no se consiguió nada.

Ni los testimonios de las profes contando como temblaba y lloraba cuando en el patio los niños se pegaban o gritaban, ni los de su psicólogo, ni los de ninguno de nosotros.
- A él no le toca y es su padre - nos contó nuestra jefa - eso ha dicho el juez.

Esta tarde de Sábado se me ha dado por ir a caminar por el paseo marítimo y allí me encontré con la madre de Javi. Hacía más de tres años que no la veía. Nada más acercarme a ella empezaron a caerle las lágrimas.
- Me contesta, me insulta , y hasta ha llegado a darme una bofetada, luego llora y pide perdón.
Hablaba de su amor: su hijo de once años, que por orden judicial sigue viendo a su padre. . .

Sigo sin entender nada…

11 comentarios:

Elvira dijo...

Hola Chusa:

Tanto si es una historia real como si está copiada de la realidad, tu relato me da una tristeza infinita. Pero está muy bien escrito.

Y gracias por poner esta canción, hacía muchos años que no la oía. Muchos besos

Sra de Zafón dijo...

Hola Elvira,
La tristeza con la que ayer la escribí es tan real como la historia de este niño.

No se porqué, pero siempre que llega a mí una historia sórdida con niños por medio en mi cabeza suena esta canción. Demasiadas veces y eso que la canción me gusta mucho.

Besos.

Alberich dijo...

Yo tampoco...
:(

Juan dijo...

Yo tampoco entiendo nada.

¿Cuántos derechos pueden tener los padres con respecto a sus hijos?.

Son derechos amparados por la justicia y se justifican en el bien supremo del menor, pero se dan circunstancias absolutamente increíbles.

Por una parte, obligan a un niño a estar con un tio impresentable por el hecho de ser su padre. Pero por otra parte, secuestran legalmente a otro niño, o lo que es lo mismo, le quitan la custodia a un buen padre porque tiene pito y le obligan a verlo sólo un fin de semana de cada dos o, en el peor de los casos, si su madre decide que tiene ganas de vivir en Argentina, lo puede llegar a perder casi para siempre.

Si tanto estamos hablando de equidad, la custodia compartida es la única solución justa y equitativa, siempre y cuando se demuestre que ambos padres son aceptables. No es de recibo que ningún juez pueda decidir quitar la custodia a un buen padre o a una buena madre.

Muchas gracias Chusa.

Un abrazo

Eli dijo...

¡Uf! Esta historia duele...

Lenka dijo...

Basuritas en el alma...

No lo entiendes, ni nosotros, ni nadie. Ese inapelable derecho uterino o testicular me saca de quicio. Máxime cuando, como dice Juan, tantas trabas se les ponen tantas veces a los padres (varones) como si el hecho de parir te volviera perfecta y el hecho de no poder parir fuera una prueba definitiva de que un hombre siempre educará peor que una mujer.

La justicia tiene que ser un poco más humana y un poco más sensata. Los papelajos, las leyes, los decretos, todo eso es necesario, es la base. Pero si tiene que haber un juez es porque necesitamos también dos ojos, dos oídos, un elemento humano que medie en todo esto. Alguien que esté al quite de esos detalles que la ley no puede recoger en su totalidad. Porque la ley te dice cosas como "los padres tienen derecho a" o "ante todo está el bienestar del niño". Pero no te dice cómo ni de qué manera.

Estoy con Juan, custodia compartida. Y dos dedos de maldita frente. El niño tiene derecho a sus padres, y sus padres (ambos) al niño. Y como lo primordial es el niño, se debe coprobar que los padres son personas aceptables con los que el niño estará bien en todos los sentidos. Y si no lo son, o uno (el que sea) no lo es, entonces ya pueden cacarear sus derechos cuanto quieran. Sí, usted tiene derechos como padre. Y DEBERES. Cúmplalos y recuperará sus derechos. Así de fácil. Más condiciones nos pone el banco y la compañía del móvil, joder, y no nos quejamos.

Es absolutamente absurdo que un niño se críe junto a un maltratador. Me importa un bledo que al niño no le pegue. El crío está mal, sufre, no quiere estar con ese hombre porque percibe que no se comporta como debe. Siente miedo y rabia. Y al final se transforma en un saco de traumas que arrastrará (que nadie lo dude) de por vida. Y finalmente, porque a veces ocurre, esa rabia y ese miedo terminan saliendo, y salen de la manera que él ha aprendido: con violencia. Y se detesta, porque odia esa violencia que, a pesar de saberla mala, se le ha ido grabando. Es el legado de su padre. Su aprendizaje.

Y me pregunto, para qué coño tenemos psicólogos, maestros, personas especializadas, si no las escuchamos?? Nos creemos más listos que nadie, dioses infalibles. No, señor, usted sabrá de leyes, pero no sabe de psicología, por eso tiene que escuchar la opinión de un experto. Y tenerla en cuenta, si es que es justo. No podemos ser tan cerriles ni tan soberbios. Se trata de proteger a una criatura, lo ideal es que todos hagamos piña para lograrlo.

No lo entiendes, Chusa, porque no hay modo de entenderlo.

Sra de Zafón dijo...

No se puede entender y duele hasta la rabia, tanta que a veces no sé que hacer con ella más que escribir y escribir.

Todo esto es muy complicado, yo lo sé, y debe ser muy difícil estar en la piel de un juez que tiene que lidiar con falsas denuncias de maltrato, (muchas incluso recomendadas por abogados, hay mujeres que te cuentan que fue su abogado quien las incitó a mentir...)
Síndrome de alineación parental, y algunos peritajes que dan vergüenza y peritos que yo metería en la cárcel ( un psicólogo de un equipo piscosocial recomendó la guardia y custodia a una madre reconociendo la existencia de abuso y maltrato por parte de esta y cuando se vio pillado, el padre había grabado la conversación, alegó que era mejor para la niña porque ya estaba adaptada a su mamá...)

Puedo entender que un juez a veces no sepa que hacer ni a quien creer...Pero es que en este caso no había sólo un psicólogo: ¡Había dos (uno de menores y otra de educación) y un psiquiatra! y dos educadores y dos profesoras, todos de centros diferentes. Y todos, del primero al último informaron de lo contraproducente que eran esas visitas para el niño, y uno de ellos recomendó que de hacerlas fuese bajo vigilancia de personal de menores, y se le acusó "por lo bajo, claro" de estar interesado en generar ese tipo de empleo.

Pero no sólo eso, el padre de la criatura tenía antecedentes por agresión a una camarera, además de la denuncia puesta por su exmujer y documentada con unas fotos que ponían los pelos de punta.

¿Cómo puede alguien dejar que un niño se acerque a un tipo así, saltándose todos esos informes y la voluntad del niño? Ese juez ha estado obligando a un niño al temblor, al llanto, al ahogo, a los tics. Esto le pasaba a Javi, y para "curarlo" lo medicaban. Para cuarlo no, evidentemente, si no para que el niño pudiese ir a estar con el salvaje de su padre, y ya ven lo que han conseguido...

Yo a este juez le preguntaría si el dejaría a su hijo con un tipo como ese, supongo que ni de coña, También le preguntaría por qué sí dejar a un niño que ya ha asistido a la violencia contra su madre y se moría de horror solo con la idea de ver a este tipo. ¿Qué argumento tiene para hacerlo? ¿El derecho del padre a ver a su hijo?

¡¡¡¡¡aergggggggggjodcnlfjoaf!!!

Es que eso no se puede entender, no encuentro ninguna razón que lo justifique por más que intente ponerme en el pellejo del juez, no la hay.

Yo también creo, Juan, que mientras la guardia y custodia se otorgue por derecho uterino, y las visitas por derecho testicular, como dice Lenka, sólo servirá para generar un montón de disparates y mentiras. Bufff habría tanto que hablar de esto.

Muchas gracias Elvira, Alb, Eli, Juan y Lenka por estar al otro lado recogiendo mi queja, es muy agradable abrir la ventana al mar en el que nos encontramos navegando y sentir vuestra presencia.

Un abrazo muy fuerte, y gracias por vuestra compañia.

Katha dijo...

¡Dios Chusa!¡Se me ha puesto la carne de gallina!
A veces pienso que algunos jueces no tienen corazón, porque en su mano está interpretar las leyes y aplicarlas. O tal vez han decidido arrancarselo del todo para tratar con la gente que tratan a diario. EN mi vida sólo he conocido a un juez, gracias a dios nada relacionado con temas judiciales. Lo conocí cuando era muy joven, una adolescente. Lo vi en varias ocasiones y me pareció uan persona tiesa, estirada y puedo asegurar, sin miedo a equivocarme, que un tanto prepotente. Espero que no todos, y todas, sean como la persona que os describo, que me da la sensación de que tal vez se creía un poco dios, menor, pero dios.

Lo dicho, me parece triste, lamentable, escandaloso que algo así pueda suceder. Me da pena por la madre, por el niño. Ese hombre debería estar en la cárcel y no agrediendo. Con personajes así, cuya única forma de actuar es la violecia, está claro que sólo se engrendra, se genera nueva violencia.

Besos.

PD: Lei tu mensaje y tu "regalo" te escribo en otro momento, ahora no puedo. De todas formas, muchas gracias, inmerecidas supongo. En cuanto a los sueños... se me escapan como agua entre mis dedos, como aire que no puedo retener en mis pulmones. Tengo que dejarte.

CHAO

Katha dijo...

Chusa, me explico fatal. No son las gracias a lo que me refería como inmerecido, sino al premio. Las prisas no son nada buenas y yo no me libro de ellas...

Besos

Katha dijo...

Chusa,
He vuelto a leerlo y, como madre, además como a ser humano cualquiera, se me hiela el alma. No puedo entender que a un juez no le importe en absoluto el bienestar del niño. O está muy furioso, o muy harto de la vida, o no lo entiendo.

Saludos,

Sra de Zafón dijo...

Hola Katha, ¡Cuánto tiempo!

Aún estoy un poco dormida hoy, Khata y me salen las cosas a borbotones y sin fluidez pero lo que no acabo de entender hablando es que con los niños de padres separados se hagan semejantes repartos.

Sobre el regalo:¿quién mejor que yo sé como me siento en cada casa a la que voy?
Desde luego que si te lo di es porque yo siento que te lo mereces.

Besos