miércoles, 27 de enero de 2010

Perdida entre las ramas de los blogs




Entro a mi prado y me encuentro con post agazapados que merecen que les abra una entrada, (el último de Lenka sobre las chicas malas por ejemplo, que no lo vi hasta hoy ) con otros que merecen admiración, abrazos, cafés, sonrisas, carcajadas, agradecimiento, y que no contesté...Y me doy cuenta que me pierdo entre mis propias ramas, que ando de aquí para allá, por vuestros jardines, torres, cuadros, colores, lunas... leyéndoos más que visitando mi hierba, y que aún me siento perdida.


Hoy además entro al blog de Elvira y veo que he visto una entrada y no la anterior, así que os cuento que ahora mismo me voy a poner a buscar, por entre raices y helechos , el modo de que cualquier post aparezca en la bandeja de entrada de mi correo, porque si no seguiré perdida por los bosques sin enterarme de las hermosuras plantadas en mi prado

La foto está hecha el dia de reyes, subida aquí el 27 de enero y pintada, con todas mis ganas de jugar con el photoshop, sin ningún tipo de criterio técnico o estético más que el de decirme a mi misma, que ese día el mundo me gustaba de este color y con esa música.


Y ahora no hay manera de subir la música...

domingo, 24 de enero de 2010

Solución a la 22A adivinanza



Vuestra participación en este plagiojuego merecía una entrada en la que todos acertaseis, así que he tenido que montármelo como he podido...

Esta semana apenas tuve tiempo para nada y el fin de semana me lo he pasado fuera de casa, pero en el primer rato que tuve, nada más acostar a los terneritos, me puse a escribiros. Espero que disculpéis mis errores y atropellos.


Es de Van Gog, sí señor, justo después de irse a la otra dimensión, a la de los Simpson, conocida como su “época cachonda”.

Como es bien sabido, por Springfield pasa un montón de peña rara: Los Bush, The Who, Sting, Elton Jonh , las hermanas Williams , Los Stones, El Rey León, Kennedy, Madona, Jimmy Hendrix, Alf, los cuentos de Poe… Casi siempre tenemos la fortuna de asistir a esos encuentros, pero el día que se pintó este cuadro Matt Groening debía de estar muy entretenido, o bien no quiso hacerse cargo de semejante historia y por eso ahora me toca contarla a mí.

Vincent acaba de llegar a la ciudad. Instalado en un humilde motel, pretendía pasar desapercibido y saborear el éxito de sus cuadros en ese mundo de cabellos azules, y pieles de girasol que le habían contado que era Springfield, peeeeero no fue posible.

Nada más entrar en la habitación se sintió viviendo un bucle espacio temporal, al ver, sobre la cabecera de la cama, el cuadro que él había pintado a su habitación. En la cocina, un hule, con una malísima reproducción de los girasoles, cubría la destartalada mesa, pero aún no había llegado lo peor pues uno de sus cielos adornaba ¡¡¡¡la tapa del Water!!!!

Sintió tal desolación y rabia que pensó en pedir a Matt Groening que lo borrara de allí o que le pintara a Gauguin para poder darse de… hxxxxxx (las x son por cortesía de Lenka) y aliviarse un poco, peeeero no fue posible…

Así que enrabietado, frustrado y con un poco de hambre, tras siglo y pico sin comer, salió a la avenida en busca de alguna tienda de comestibles o bar.

Fue frente al supermercado de Apu, donde comenzó a mascarse la tragedia. Allí se hallaba Juan Gris pintando retratos a los vecinos que se dejaban (más bien a los que Matt les había pintado el tiempo necesario para estarse quietos, o sea a los que no tuvo ganas de dibujar durante un rato.)

Vincent, dentro del local, se pidió un Kebah de cordero con salsa de yogurt y pimientos rojos.Mientras la salsa le resbalaba por todas partes y pedía más servilletas de papel a Apu y este se las negaba diciendo:

- “No dar más. Un kebag, una servilleta, no más servilletas. Apu Nahasapeemapetilon no venir a este país a trabajar de sol a sol para regalar a ti papel”-

vio como Juan Gris deformaba la cara de Flanders y sus churumbeles. Y, aunque como acto estético no le gustó, sí le gustó el hecho de que posasen tan mansamente como corderitos. Corderitos de dios, resonó en su cabeza y esto le hizo pensar “que burro fui en vida por no quedar con algún católico de pro, con lo bien entrenaditos que están para estarse horas quitecitos escuchando sermones”

En esas estaba, tolerando a moros y cristianos y creyendo que el paso del día le calmaría, peeeero no fue así.

Fue con la llegada de Marge cuando todo dejó de tener sentido. (¿Hasta ahora lo tenía?)

Aquel cabello azul y aquella soleada piel eran suyos, ¡eran sus colores y estaban vivos! Su corazón se puso al trote, su aliento dejó de acompañarle y se sintió flotar , morir y resucitar (hiperventiló, creo) y aunque ya le había ocurrido otra vez, ahora se sintió más vivo que nunca.

Marge quiso ser retratada por el Gris, y en cuanto los Flanders dejaron el sitio libre se colocó en él dispuesta a ser pintada por otro. Van se dio cuenta que para Marge esto era como dejar que otro dios te vuelva a hacer, ya que en el mundo de los dibus como te pinten cuenta aún más que en el de los humanos ( Yo no soy mala me pintaron así J)

Vicent se propuso soportar el verla en aquel lienzo ajeno reflejada con otros colores, e incluso con otro estilo, a pesar del mono que tenía de pintar como el sabía, peeeeroo no fue posible.

En cuanto el Gris bajó otro tono al azul y deformó cúbicamente el hermosísimo rostro de aquel sol de mujer, el pobre Van no pudo más y le dio una patada al caballete y mandó el cuadro al cxxxxxx (de estas x la mitad son en gallego, pero si se lleva a cabo el borrador del anteproyecto del proyecto del PP en las escuelas, un tercio serán en inglés)

Se montó tal follón que tuvo que venir la poli a comerse un paquete de hamburguesas y un donuts, y mientras el jefe Wiggum recogía las pruebas ( el lienzo ) y las llenaba de grasa y pringosas huellas llegó la salvación de esa situación : Homer, que había visto todo desde el bar de Moe.

Homer explicó a Van que Marge era su esposa, “La mejor electrodoméstico que se puede desear” dijo con la dosis de lujuria y mal gusto propio de un tipo amarillo con barriga desbordante y taladrado por la radiación, pero enamorado de su chica y capaz de ser dulce y grasiento como una caja de donuts.

Todo le salía mal a Vincent: a sus pinturas le daban un uso denigrante, la mujer de su nueva vida era deformada por un extraño pintor y un pésimo marido, que insistía en zanjar el asunto tomando unas cervezas y no paraba de darle codazos señalándole la entrada en un bar.

¿Qué más dará? Se dijo antes de seguir a Homer. Allí se propuso tomar la cantidad suficiente de alcohol para abotargarse y poco más, peeeero no fue posible.

Fuera Marge intentaba rehacer su cuadro limpiando los dedazos del jefe Wiggum, las salsas de sus hamburguesas, el azúcar del donuts, el agua del charco donde cayó y la tierra que se le quedó pegada, ayudada por Moe y su traposervilleta, justo cuando llegó Willie.

- Marge no sufras, yo te ayudaré, me lo llevo a casa y te lo dejo como nuevo.

Esa noche nadie durmió en su casa…

Vincent y Homer se cogieron tal melopea que acabaron dando una serenata a Patty y Selma junto con Abe y sus colegas.Y Marge, que tampoco podía dormir, decidió ir a ver como estaba su cuadro.

Saltó la tapia del colegio sientiéndose más desobediente que su hijo, con el corazón desbocado por el atrevimiento y la sensación de haber rejuvenecido al menos hasta los quince.

Sólo había una luz encendida, la de la estancia del escocés. Pegó su nariz al cristal y vio la sensibilidad hecha hombre.

Willie, el jardinero, él, el insignificante hombre de mantenimiento de la escuela, arreglado con sus galas de americano (llevaba americana) de cintura para arriba, y de escocés, de cintura para abajo, (con falda y sin gayumbos) estaba pintando sobre el cuadro con una destreza de movimientos increíble. La habitación estaba llena de macetas con hermosísimas flores y cristales colgantes que reflejaban la única bombilla de la habitación y a él. Willie miraba hacia el trozo más grande cada vez que elegía color, y ella se preguntó ¿Por qué se mirará tanto para rehacer mi cuadro?

Marge tanto miró que acabó, como todo el mundo que pretende espiar sin que le vean, dándose un golpe contra el cristal.

Willie la vio. Ella entró. Él se avergonzó de su narcisismo. Ella lo disculpó. Él la invitó a un té. Ella le habló de lo buen pintor que era, y de lo limpia y bonita que tenía la casa. Él la invitó a una copa. Ella le dijo qué porque no la enseñaba a pintar. Él la dejó coger el pincel. Ella le pidió la pintura. Él le habló de su soledad. Ella de la suya y… les dieron las dos, y las tres y las cuatro también y desnudos al amanecer los encontró la luna.

Homer y Vincent no se encontraron ni a ellos durante dos días y dos noches, (menos mal) e increíblemente Vincent empezó aficionarse al bar de Moe, y no por la cerveza si no por los remolinos que este dejaba con su traposervilleta cuando limpiaba el espejo.Intentando reproducirlos sin apenas darse cuenta ya tenía montada una empresa de limpieza de cristales de la vive ahora en Springfield.

Pero como Matt Groening estaba dormido, vago, o despistado, no grabó nada y nadie se enteró y como única prueba queda este cuadro y estos otros que Willie y Marge siguen pintando juntos mientras Homer ronca las cervezas.


lunes, 18 de enero de 2010

Adivinanza 22A ( Jugando a ser Elvira :-)


Con gratitud, por toda la curiosidad que despierta en mí, y por todo lo que estoy aprendiendo y sintiendo, y con todo el humor del que dispongo a estas horas, lanzo la pregunta.
¿De quién es este cuadro?

(Yo no lo sé, así que para quien lo acierte: premio doble)

El premio, doble, por supuesto, consistirá en ...eso ya lo iremos viendo :-)






viernes, 15 de enero de 2010

Para las chicas malas



Os dejo esta hermosa canción y el deseo de que si hay que" flay" pues ..."que flay" :-)



She's Got Her Ticket





She's got her ticket
I think she gonna use it

I think she going to fly away

No one should try and stop her
Persuade her with their power
She says that her mind is made
Up

Why not leave why not
Go away
Too much hatred
Corruption and greed
Give your life
And invariably they leave you with
Nothing

Young girl ain't got no chances
No roots to keep her strong
She's shed all pretenses
That someday she'll belong
Some folks call her a runaway
A failure in the race
But she knows where her ticket takes her
She will find her place in the sun




And she'll fly, fly, fly...