domingo, 25 de enero de 2009

Binta y la gran idea




Este vídeo es un regalo de una buena amiga. Dura 23 minutos y hace falta encontrar el momento para verlo, pero me apetecía mucho colgarlo aquí.
Dice mucho de las grandes verdades que creemos poseer y de como otros tienen las suyas.
Este cuento es una visión hermosa de como las verdades varían según quien las crea.





Me ha sugerido el colgar aquí esta historia una entrada de Juanjo Albors en su blog

Además de la entrada copio y pego unas palabras suyas:

"Los Defensores de la Verdad son menos dañinos físicamente que los Padres de la Patria pero más dañinos en los espíritus. Son los que han impedido que encontremos nuestras verdades y que las compartamos con las de nuestros vecinos.

Y todos, participando de ese Amor a Dios, a la Verdad, a la Patria, utilizado como objetivo para ejercer el proselitismo y el adoctrinamiento necesarios y convenientes, cueste lo que cueste y caiga quien caiga, especialmente si es de otra religión, de otra raza, de otra frontera.

También incluí una crítica a nuestro Primer Mundo en el que seguimos preguntándonos ¿Dónde está la Verdad? ¿Cuál es la esencia de Dios? al tiempo que defendemos nuestras Patrias de peligros inventados por la Raza y el Dinero, las actuales Grandes Palabras, que permanecen, sin necesidad de mayúsculas, agazapadas en la sombra."

Juanjo Albors

13 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Elvira dijo...

Hola Chusa, buenos días!

Gracias por este delicioso video. Al cambiar la mirada, ¡cómo cambian las conclusiones! Entiendo que al darle la vuelta a los mitos occidentales podemos ver una riqueza inmensa en otras maneras de vivir, y todo lo que nos pueden enseñar. Cómo nuestras "riquezas" pueden ser nuestra perdición, y las "pobrezas" de otros pueden ser una fuente de solidaridad entre las personas. Me gusta la mirada limpia y original del que pretende adoptar a un niño occidental.

Yo no entiendo este video como una recreación del mito del buen salvaje, pues en todas partes "cuecen habas". De todas formas, se cuecen más habas entre aquellos que desde la soberbia de creer que lo suyo es siempre mejor y superior (lo de las mayúsculas que decía Juanjo), desprecian lo ajeno y no son capaces de aprender de nadie.

Gracias de nuevo y muchos besos.

Lenka dijo...

Muchísimas gracias, Chusa. Qué historia más hermosa, inteligente y sabia nos cuentan. Completamente de acuerdo con Elvira. No somos todos tan buenos, ni tan malos, pero cuánto ayudaría dar la vuelta a las cosas y aprender a comprendernos. Deberíamos ser como los pájaros, sí, lo bastante listos como para coger lo mejor del norte y lo mejor del sur.

Gracias!!!

Sra de Zafón dijo...

¡¡¡Pero que abandonadito tengo mi prado!!!!
Es que me voy por vuestras casas antes de entrar aquí y a veces hasta me olvido de abrir mi puerta.

Me alegra mucho que os guste esta historia porque me acerca, aún más, a vosotras.
No voy a comentar nada más pues lo que sentí al ver esta cinta fue lo que decís vosotras.

Es más, estoy sugiriendo a una nueva ong dedicada a la enseñanza en africa, que en vez de becar a niños para que vengan a estudiar a españa lleven a niños españoles a aprender como viven allí, pero me miran como si estuviese loca, jajajajajajaja. Y es lo más probable...
Creo que son las hierbas del pasto, es verdad, me voy un momento al blog de Juan, que fue él el que mencionó lo de los pastos.
Besos de buenas noches, y muuucho sueeeño (pero es que me tenéis enganchaaaaaaada)

Lenka dijo...

Pues Zafo, a mí me parece una idea estupenda. Ojalá muchos niños de allí pudieran venir y aprender cómo vivimos aquí y otros de aquí hacer lo propio allí. Es mucho más difícil odiar y temer lo que se conoce, lo que se ha palpado. Mucho más fácil entendernos cuando, en lugar de ser blanco o negro somos Antonio y Malik.

Juanjo Albors dijo...

Pocas lágrimas pueden ser más amargas que las de una niña que ve cerrarse su futuro de libertad y sentirse prisionera para siempre de su futuro hecho de ignorancias y de esclavitud.

Pero a nuestro Primer Mundo no le interesa ese aprendizaje pues le haría perder el inmenso campo abonado para que los fabricantes de armas (España entre ellos), la industria farmacéutica y el gran mercado de productos caducados o prohibidos incrementen sus beneficios con ayuda de los gobernantes locales, que ellos sí aprendieron de las ventajas de nuestra civilización.

Otro día te contaré una anécdota en Zimbabwe. Hoy me has dejado emocionado con tu referencia a mis palabras y con ese video que debe doler mucho a un africano que vea retratado lo que hemos hecho los occidentales en sus paises.

Y muy hermoso eso de "Mi padre tiene la cabeza llena de pájaros, por eso es tan bueno".

Un beso, Chusa, desde el Este

Elvira dijo...

Buenos días: pues aunque lo tengas un pelín abandonado a ratos, está muy interesante tu prado, Chusa.

"Deberíamos ser como los pájaros, sí, lo bastante listos como para coger lo mejor del norte y lo mejor del sur." Lo suscribo, Lenka.

Besos a todos

Juan dijo...

En varias ocasiones he mencionado que la película que más me ha abierto los ojos fue "Los dioses deben estar locos".

Os dejo el enlace donde lo escribí:

http://videoergoscribo.blogspot.com/search/label/Los%20dioses%20deben%20estar%20locos

Tras ver esta película uno se pregunta: ¿quién debe enseñar a quién?. Vamos de misioneros y salvadores por los países "atrasados", "salvajes", "tercermundistas". Creemos que tenemos mucho que enseñarles y nos olvidamos de lo mucho que tenemos que aprender.

Curiosamente, la frase que le ha gustado a Juanjo es la que más me ha gustado también.

Un abrazo Chusa. Me ha encantado esta entrada.

Sra de Zafón dijo...

Aquí vuelvo, después de darme una vuelta por vuetras casas.

Lenka eso mismo pienso yo, el conocer modos de vivir, de sentir, de pensar, de estar... diferentes a los nuestros es lo mejor que podemos regalar a nuestros niños, pero es muy dificil aceptar que nuestros niños necesitan de ellos tanto como ellos de nosotros.
En este caso me refiero a una tribu en concreto y a unos niños de una ciudad concreta a los que proponer un intercambio, pero además en cualquier escuela cuantas más etnias y culturas diferentes cohabiten cuánto más respeto habrá, y no verlo así me parece fruto del miedo.

Un beso.

Sra de Zafón dijo...

Comulgo contigo, Juanjo, en que pocas lágrimas hay más amargas que un camino cerrado ante ti por la cerrilidad. Y si aún encima eres un niño...
También en que la frase más hermosa de todo el corto es la de los pájaros en la cabeza del papá.
La razón que da Binta sobre la bondad de su papá es demoledora
Hay algo que persigo desde que soy madre y es que los pájaros de mi cabeza revoloteen sin pudor y con algarabía.

¿Te das cuenta, Juanjo, que terrible palabra es la industria,
aunque se disfrace con minúsculas?

Espero esa anéctoda de Zimbawe.

Un beso, desde el ala oeste.

Sra de Zafón dijo...

Elvira, yo también suscribo las palabras de Lenka, y las tuyas.
Esto se pone interesante a ratos, los ratos que me visitáis.
Besos

Sra de Zafón dijo...

Juan, algo tenía yo en común contigo además de gustarme las casas de las praderas :-)
De esa peli me gusta todo, la disfruto del principio al final, además a mi hijo le encanta y ya sabes como son los crios que son capaces de ver la misma peli una y otra vez. Pero en esta historia además de lo que tú sugieres hay algo que me llamó muchísimo la atención la primera vez que la vi, y es lo bien representados que están los prejuicios de una mujer occidental. Es como si cargaran a la protagonista con ellos y la soltaran a mirar el mundo con sus gafas, pero ...el candor y la risa pueden con ellos.
Me gusta la peli y me gusta que le guste tanto a mi hijo.

un beso, Juan.

Juanjo Albors dijo...

¡Qué alegría me has dado con tu aparición por los prados mediterráneos!

Vuelve mañana a pastar y encontrarás hierba fresca.

Ahora, sólo dejarte un enlace a "Cuadenos de viaje: Zimbabwe":

http://lacomunidad.elpais.com/aa-albors-arquitecto/2007/12/26/cuentos-viaje-zimbabwe-