Techo y paredes de laureles y castaños
Mobiliario ergonómico entre las piedras de los muros que cerraban las huertas
sopa de ruda, mirto y agua
pastel de chocobarro
Habanos de heno liados con las hojas de las libretas del curso que acababa de terminar y
EL AJUAR:
Manteles y servilletas hechos con periódicos y fotonovelas
Platos y cubiertos viejos, de abuela feliz con las vacaciones de sus nietos.
Jaulas de grillos fabricadas por algún viejo del lugar,
Frasquitos de cristal, de la última inyección de algún abuelo, donde poder guardar, por un rato, las mariquitas mascota.
Sombreros atrapa mariposas con mariposas atrapadas.
Botellas y frascos florero.
Collares, pulseras y anillos de margaritas, y otras flores silvestres.
Maquillaje de teja de barro, lapiz de labios de piedra roja, y espejos de armario roto arrojado por algún vecino a la hoguera de San Juan.
Jugábamos a las casitas, a ser mujeres de hombres que no nos hacían ni caso y muy buenas mamás. De vez en cuando, además de jugar a ser amitas de casa, nos convertíamos en diosas creadoras de hombrecillos, eso sí, hombrecillos muy piadosos y obedientes, e incluso oficiábamos misas…siempre y cuando en el prado hubiese las suficientes amapolas para llenar los bancos de la iglesia con estos frailes.
Un fraile, otro fraile, un monaguillo, otro monaguillo..
las ostias, de comer, eran botones de mandilón :-)
También teníamos escopeta de balines, tirachinas y cuchillos de verdad, pero esa sería otra historia.
La de hoy son estos recuerdos bailando en mi cabeza y acariciando mi estómago como alas de mariposa, al ver las amapolas en el prado del vecino y recordar los monaguillos de mi infancia.
Mis curas de aquel tiempo, además de sentarles mal el aire acondicionado del vaticano, se llamaban igual que los de Rubén Blades y en su iglesia también colgaba el cristo de palo de la pared....
13 comentarios:
Hola guapetona: me encantan tus violas, los monaguillos amapoleros, y tus juegos de niña. Aunque a la sopa y al pastel no sé si me apunto, jaja!
Escribes tan bien que estaba sentada contigo metida en faena, jugando a las casitas.
Besos, vaquiña
Buenos días, Elvira!
Creo que vivo en una aldea por seguir jugando y sintiendo todo aquello (menos lo de ser amita de casa y hacer misa)
Pues yo el pastel, una vez, por una apuesta, lo llegué a probar y todavía recuerdo el horrible sabor mientrras juraba y rejuraba que no sabía tan mal para que nadie se riera de mí. No tenía más de 6 años y no recuerdo lo que gané :-)pero cuando se enteró mi tía me hizo tomar unas hierbas asquerosas, para las posibles lombrices que dijo que lo mismo me había tragado, que sabían mucho peor, jajajajajaa.
Gracias por el piropo, pero mas que escribir bien, describo bien,porque te aseguro que me meto en faena con todos los sentidos :-)
Besos de vaquiña para la jardinera del reino.
Hola, he ampliado la foto para ver más cerquita a esas micropreciosidades y a sus acompañantes, qué verde más lindo.
Uy lo que me gustaba a mi jugar a las casitassss y esperar al marido que nunca llegaba, mientras le daba de comer a....las hormigas que por alli pasaban.
Y que sepas que yo tambien opino que escribes deliciosamente, casi siempre vuelvo por tu prado a releer tus cosas. Siento cómo juegas con las palabras, les das tu forma, las adornas..."Sombreros atrapa mariposas con mariposas atrapadas". Me gusta
Besos y buen finde
Buenos días, Síes.
Agradezco mucho tus deliciosas palabras, empezar la semana así es muy gratificante.
Jugar a las casitas entre plantas y árboles me gusta mucho. Bueno casi todo lo que hago entre plantas y árboles me gusta ;-)
Besos de sol bailando en el mar, (acabo de verlo así)
No sabía que había una entrada nueva.
Me gusta como describes.
Estoy viendo TODO perfectamente y me meto dentro de la historia.
No he sido de muñecas ni casitas o no mucho.
Los tirachinas y demás elementos, sí.
Tenía un arco con seis flechas con un chupón delante en ves de con punta. Me hice una experta hasta que me lo quitó mi madre y lo escondió.
Es que les quité el chupón y les puse otras cositas que hacían más daño. jaj.
Besos a todas
No sé porque me da que te pega mucho el bricolaje en las flechas, Aquí, jajajajaajaja.
Yo era bipolar, creo, pero mucho, muy Jekyll y Hyde y debo de seguir siéndolo :-)(con todos mis respetos hacia ese padecimiento)
Pasaba de darle sopitas a los niños que venían a mi casita, a dispararles migas de pan con la escopeta de balines si decían que no estaba rica y la tiraban al suelo con desprecio de macho ibérico, jajajajajaa.
Tuve una época que merendaba tres veces, hasta que una tía mía se mosqueó de tanto apetito (siempre comí fatal) y me pilló haciendo balines de pan :-)
Tengo un amigo de aquellos tiempos que era mucho más bruto que yo y metía sal a la escopeta. Sólo había atacado a dos niños, pero los demás lo temíamos como hoy podríamos temer a un mafioso con balas de verdad. Así que un día lo pillamos entre muchos,estaba despistado, pero se rebotó tanto que todos salimos magullados,alguno con un ojo hinchado de un patadón, pero conseguimos atarlo un árbol y uno de mis primos tuvo el honor (¡por dios qué dolor y escozor!) de dispararle al culo su propia carga.
Casi nos matan, sus padres, los nuestros, el cura, pero el chaval no volvió a martirizarnos con sus horribles granitos de sal, y muchos aprendimos quien era Ghandi y que el ojo por ojo, diente por diente, no era nada cristiano.:-)
Besos
Ni lo imaginas...
A mi abuela casi la mato de un disgusto cuando le dije que no quería un vestido de Wendy, que prefería el traje del capitán Garfio.
La estoy buscando en el blog anterior y no la encuentro. jaja
Vivir entre tanto chico, tenía ese tipo de cosas.
Besos
Hola Aquí, perdona mi tardanza. Ando un poco apretada de tiempo y no había entrado por mi prado.
A mí también siempre me gustó el traje del capitan garfío, pero con el corpiño ajustado :-) Siempre fuí, y soy, una mezcla de coquetuela cómoda y desarrapada :-)
Besos
Perdón por el garfío, jajajaj, cómo ando. Besos
De repente se ma ha pasado mi infancia y adolescencia por la cabeza. cuantas correrias e inveciones ficciones se hacen sin saber muy bien por qué.
Ha sido muy amena la lectura.
Bon dia.
Bienvenido Marce, ya me he pasado por tu casa a ver desde dónde sonaban tus palabras, y ¡Oh, maravilla! qué blog más bonito tienes y que cerquita.
Creo que uno de los lujos mayores de mi vida, que más has influído en mi manera de ser y vivir fueron las horas "perdidas" en las aldeas de mis parientes. Esa añoranza perpetua me ha devuelto al campo.
Besos
Gracias por pasar por mi casa.
Te ha gustado ?: Cuando dices , qué cerquita !! te refieres a Galicia, claro.
Sabes, la vaca pasta mucho mejor que la cabra u oveja, esas no cortan casi el matoral o la hierba, tiran de ella y esquilman mucho más el suelo.
Bon día pola maña.
Marce, tengo una conexión muy errática y creí que ayer habían quedado aquí mis palabras...sorry
Te decía que me ha gustado tu casa, y tu foto de caminante obserevante, también lo que ne dices sobre la vaca, la cabra y la oveja, :-)
Nosotras cortamos no arrasamos, pero lo bien que le vienen ellas al monte! Ellas son las limpiamalezas, al menos aquí algunos vecinos las usan para ello.
La xunta debería hacerlas funcionarias, y si no al menos destinar una partida a contratar cuadrillas de cabras de verdad :-)
Sí, si lo de cerquita es por Galicia, ya que con la gente que hablo por este medio están bastante más lejos.
Un placer tenerte por aquí.
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